¿Alguna vez te has sentido intensamente irritado por los pequeños movimientos repetitivos de otra persona ? Puede que no estés solo. Se estima que un tercio de la población padece un trastorno conocido como misokinésia, según un estudio publicado en 2021 por la Universidad de Columbia Británica en Canadá. Aunque es un término poco familiar para muchos, este trastorno puede tener importantes repercusiones en la vida diaria de aquellos que lo padecen.
misokinesis : una irritación causada por el movimiento de los demás
¿Qué es exactamente la misokinesis ?
La misokinesis se caracteriza por una fuerte respuesta emocional negativa a la vista de pequeños movimientos repetitivos realizados por otras personas. Para las personas con misokinésia, puede ser difícil mantenerse concentradas y no reaccionar cuando alguien mueve un brazo, una mano o un pie delante de ellas.
Síntomas comunes de la misokinesis
Entre los síntomas comunes encontramos el malestar y la irritación al presenciar comportamientos como tamborilear con los dedos, mover las piernas o mordisquear un lápiz constantemente.
Después de entender qué es la misokinesis y cómo se manifiesta, veamos cuáles son sus posibles orígenes.
Las orgines del trastorno: comprendiendo la misokinesis
Estudios sobre la misokinesis
Según una serie de pruebas realizadas con 4100 personas, el 38% declaró sentir emociones negativas al ver movimientos repetitivos. Es importante destacar que estas respuestas emocionales pueden variar desde la irritación leve hasta la ira intensa.
misokinesis y empatía
Se cree que la misokinesis puede estar vinculada a nuestra capacidad de empatía. Aquellos que son altamente empáticos pueden encontrar especialmente desagradables los movimientos repetitivos de otras personas.
Ahora que hemos explorado las posibles razones detrás de este trastorno, veamos cómo puede impactar en nuestra vida diaria.
La misokinesis en lo cotidiano: cómo afecta nuestra vida social
Efectos sociales de la misokinesis
Las personas con misokinésia suelen experimentar un placer reducido en situaciones sociales y entornos donde es probable que se enfrenten a movimientos desencadenantes. Esto puede llevar a un aislamiento social voluntario o una disminución general del disfrute de la interacción social.
Pero, ¿podría la empatía jugar un papel aún más importante cuando se trata de misokinesis ?
Una fuerte respuesta emocional: ¿la empatía tiene algo que ver ?
misokinesis y reacciones emocionales
Aunque no se sabe con certeza por qué algunas personas desarrollan misokinesis, parece haber una conexión entre este trastorno y las reacciones emocionales fuertes. De hecho, una de las teorías más comunes es que la misokinesis podría estar directamente relacionada con los niveles de empatía de una persona.
Conocer el trastorno es importante, pero también lo es aprender a manejarlo.
Estrategias para convivir con la misokinesis día a día
Manejo y aceptación del trastorno
Reconocer la existencia de la misokinesis y aceptarla puede ser un primer paso crucial. Con ello se puede buscar formas efectivas de manejar sus síntomas en el día a día.
El silencio no ayuda. Es hora de hablar de este trastorno.
¿Tema tabú ? Rompiendo el silencio alrededor de la misokinesis
La importancia del diálogo
Dado que la misokinesis es un trastorno poco conocido y frecuentemente mal entendido, abrir un diálogo sobre él puede ayudar a mejorar tanto la comprensión como el manejo del mismo.
Por último, hablemos de posibles soluciones terapéuticas para las personas afectadas por la misokinésia.
Soluciones terapéuticas para las personas con misokinesis
Técnicas y tratamientos potenciales
Aunque todavía no existe una cura definitiva para la misokinesis, algunas técnicas como la terapia cognitivo-conductual (CBT) o los tratamientos basados en mindfullness pueden ser efectivos para gestionar los síntomas.
Para terminar, la misokinesis, aunque poco conocida, es un trastorno que afecta a una proporción significativa de la población. Es importante hablar de él y buscar formas de manejarlo, tanto para los que lo padecen como para sus entornos. No hay vergüenza en preguntar y buscar ayuda.